lunes, 12 de septiembre de 2011

Águila calzada (Hieraaetus pennatus)

La semana pasada me llamó el amigo Fernando para decirme que estaba observando una serie de águilas. Además y como prueba de ello me envía por email unas fotos. Así que el viernes me presento donde él para ver...



En un lugar paradisiaco.



Tras el cariñoso saludo que nos damos, lo primero que veo no son águilas sino lo que está preparando y vamos a comer cuando llegue la hora. Morcilla con tomate.



Sin esperar damos una vuelta por el campo. Lo primero que vimos fue a la culebrera (Circaetus gallicus) en la copa de un árbol que Fernando tenía controlado. Se observa con prismáticos y no la sacamos fotos. A continuación vamos a ver el nido del águila calzada (Hieraaetus pennatus) y por la tarde las veremos volar, casi juntas, la culebrea y la calzada.

Aquí sobre el árbol seco la bonita águila calzada. Detrás tierras de labor. Esta especie es amiga de la soledad y lugares más recónditos y apartados.



En este luga r esta ave es nidificante e inmigrante, a partir de ahora y tras ejercitarse regresará a África a pasar el invierno.
En el mismo árbol mirando a los lados.



La razón del nombre de calzada es obvio: los tarsos cubiertos de plumas.



El viernes se vieron pero no se sacó ninguna toma.
En esta saco fotos del nido de la calzada, situado en lo alto de la copa de un roble.



Algo más de cerca.



Todavía más.



Suele poner dos huevos en una nidada entre febrero-mayo. Bajo el árbol, el sotobosque se encuentra muy cerrado y ahí defecaciones y plumas.



Son varias.





Esas morcillas de más arriba nos estaban esperando, así que no convenía demorar su ingesta.



Nueva vuelta al campo y saco esta foto del entorno: una vieja conocida la Sierra de la Demanda.



Como digo, compartiendo lugar se encuentra la culebrera europea y a tal efecto se dejo fotografiar, pero no cuando yo estuve.



En esta otra foto la águila calzada se observa muy bien, además con una característica que le es propia: la transparencia de los bordes exteriores de las alas. Por separado ambas águilas pueden tener cierta similitud, pero juntas como las vimos las diferencias eran notables: tamaño más grande el de la culebrera, barrada su parte inferior y más parda en el dorso.



Aunque la foto no es de calidad pongo  en el rastrojo.



Una foto un poco graciosa. El domingo hizo mucho viento, viento sur, la calzada se encontraba perchada en la copa del árbol. Cuando quiso levantar vuelo el viento la desequilibró y se trabó una pata en el árbol. Afortunadamente pudo liberarse y volar.



El viernes se me hizo de noche antes de venir a casa. Este invierno esa chimenea encendida tiene que ser una maravilla.



Agradecer a Fernando el excelente trato dispensado y las fotos recibidas sacadas por él. Un muy buen día.

Pd. El año que viene, se intentará hacer un diario de estas dos aves...


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4 comentarios:

  1. Esa ultima foto es de las buenas . Que agradable dormir junto al chisporroteo de la lumbre.De 10 el repor. Un abrazo
    Fernan

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  2. Que bien o pasamos.
    Un abrazo Fernan.

    Alberto

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  3. Un reportaje precioso y unas fotos muy logradas. La del águila cabeza abajo requiere muchas horas de monte. Gracias a los dos.

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  4. Bushman, gracias por el comentario y más viniendo de quién viene.
    La foto la sacó Fernando y ya sabes que si algo le sobra son horas de monte.

    Un saludo.

    Naturmendi-Alberto.

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