domingo, 30 de octubre de 2011

jueves, 27 de octubre de 2011

El bosque de la Valvanera.

El año pasado cuando pasamos a caballo por la Valvanera, saqué esta foto. Era un contraste entre la parte del bosque, un hayedo, todo fresco y dando al norte a nuestra izquierda y la solana por donde íbamos andando ¡que también era otro bosque!. Pero que distintos entre ambos.
Así que este martes fui a recorrerlos, eso sí, con una climatología más adversa, que aún así confirma las diferencias...



Me refiero al Bosque de la Valvanera. Dicho bosque es una de las mejores representaciones de la Península de diversidad de bosques en función de su localización geobotánica.
Se aunan en torno al río Valvanera, tributario del Najerilla, que tiene un discurrir este-oeste, lo que es fruto de unas vertientes norte-sur. Todo ello de unos 9 km de largo.
El punto de partida es el mismo Monasterio de la Valvanera.

Si miramos al frente del monasterio, veremos la ladera que está orientada al norte con un maravilloso hayedo y pino silvestre.





Desde el mismo lugar, si miramos detrás de monasterio, veremos la parte del monte que da al sur, la solana. Con un bosque montano de encinas.



Y aquí es donde está el "quid" de la cuestión. Haciendo una ruta circular recorremos estos dos bosques con características tan distintas: un bosque planocaducifolio (hojas planas y caducas) como es el de las hayas propio de una climatología atlántica y un bosque planoesclerófilo (hojas planas, perennes y coriáceas) como el encinar, propio de un clima mediterraneo. Todo ello a simple vista y en un recorrido cómodo y de longitud variable.
Estas distribuciones geobotánicas se dan a cientos en la Península y con diferentes especies, pero aquí adquiere una de sus máximas expresiones.


Como digo salgo del monasterio y tomo la GR 93. Paso la Casa del Guarda y sigo subiendo, para precisamente ver el encinar. Se podría ir recto por una senda de reciente creación pero que omite mucho del encinar.



Estamos en la parte que da al Sur. Dentro de los bosque de encinas también hay diferencias...



... así, si observamos estas fotos se ve que no son como las del abigarrado encinar cantábrico o el adehesado de extremadura, por ejemplo.



Es lo que se llama un encinar montano, con características distintas al resto de encinares.



Mirando por encima de las copas, se ve la colorida ladera de enfrente, por donde pasaré. Las manchas oscuras son plantaciones de pino silvestre.





El día era desagradable unos 3º, un viento helador, lluvia y nieve en las zonas más altas. Sin embargo, un pequeño rayo de sol en este tipo de bosque, hace que parezca que estemos a medidos de agosto.





El sendero es muy agradable.



En cuanto se tiene ocasión se hecha una miradita al bosque de enfrente.



Agua, frío, viento, y el arco iris. En este lado medio soleados y en frente lloviendo.



Encinar con el arco iris.



El río Valvanera viene del fondo del valle.



El objetivo de la cámara con gotas.





No era para menos, a la mínima.



He cogido altura y lo que toca es bajar para poder cambiar de lado. Se seguirá por una senda que va por debajo de la pista que se ve a la izquierda.



La senda, por lo que leí en un folleto, cubre una tubería de agua del Valvanera, y que es conducida hasta debajo del monasterio para producir electricidad.
Y esto debe ser para regular el caudal.



Aquí se ve muy bien lo indicado: a la izquierda del arce (todavía verde) se ve el bosque caducifolio...



...a la derecha de él tenemos el encinar montano.



Ni que decir que nos encontramos en todas la vaguadas con bosques mixtos. Álamos, robles, y fresnos como el de la foto al lado de unos de los puentes, que conduce la tubería.



"De puente a puente y tiro porqué me lleva la corriente". Este con un nogal.



Avellanos por el camino.



Como si fuese un nexo de unión entre los dos bosques, nos encontramos con estos Quercus pyenaica (melojo).



Árbol de hoja marcescentes.



Aquí en el suelo. En la Kdd de Izki, este es uno de los dos robles.





Toca pasar el último puente.



Ya está más cerca la otra parte del recorrido.



Y empezamos a despedir a la encina.



Más atrás se veian las manchas oscuras de los pinos silvestres. Estos son de plantación, en Soria se ha demostrado genéticamente que hay bosquetes naturales, en La Rioja lo desconozco.



En esta zona también se encuentra los caducos abedules. En izki (de nuevo con la Kdd) se tienen buenos ejemplares pero no por donde va el recorrido.





Se llega a la presa del río Valvanera: álamos, fresnos, etc.





De donde sacaron la piedra para la obra.



A partir de aquí por el hayedo. En ese punto dos posibilidades: bajar por el río por la izquierda o por el hayedo por donde el paraguas. Lo que hago es ir por el río y regresar por el hayedo. Es decir una circular dentro de la circular.



Río Valvanera.



Impresionante el dosel arbóreo. El camino como para ir con las zapatillas de casa.



Hojas de haya sobre el río. Es curioso la disposición de las hojas en un haya... eso para otra ocasión.



El cauce. Uno de los éxitos de este bosque es que no se seca este río. Aunque no baje esta vez muy sobrado.



Por un puentecito de madera tiro para atrás, por unas marcas de Gr, para ver el hayedo. Saqué pocas fotos.



Llegando a la foto del paraguas.



De mustélidos.



Llegando al monasterio.



Saliendo del bosque caduco.



En el monasterio.



Y una penúltima mirada.



Ya que esta es la última, unos amarillentos álamos. Detrás el bosque y delante la huerta del monasterio.




Algunos datos. La vuelta calculo que me saldrían unos 12-15 km. Existe un sendero, de nuevo balizamiento de unos 4-5 km. También se puede hacer por pista un anillo de unos 20 km, pero ver un bosque desde una pista es poco atrayente.
El monasterio que se puede comer y domir, se encuentra en un lugar privilegiado, como las encinas, en plena solana y con unas vistas de escándalo. Donde se encuentra la Virgen de la Valvenera y donde se elabora el "licor de la Valvanera".
Por cierto es el primer bosque donde he perdido la cobertura con el GPS.


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