miércoles, 11 de abril de 2012

El engaño de la orquídea.

Tendemos a considerar que lo extraordinario y maravilloso en la naturaleza solo se da en otras regiones más lejanas y exóticas. Afortunadamente esto no siempre es así. Si bien no nos encontramos en la selva del Amazonas, la península Ibérica se puede considerar muy afortunada en la variedad botánica que presenta, así se comenta que solo en la comunidad autónoma de Madrid su variedad es superior a la de Alemania.

Por ello no es de extrañar que en una vuelta realizada este martes, nuevamente en Urdaibai, en una de sus incontables campas observé como una orquídea engañaba a un abejorro. Y conviene recordar que las orquídeas por estos lares se pueden observar, además de en una floristería, en el campo.

Esta es la pareja en cuestión: una orquídea Orchis mascula y un himenóptero del genero Bombus (un abejorro).



La orquídea macho, traducción de su denominación científica, también tiene el nombre común de "sangre de Cristo". Esta planta tiene una distribución desde el norte de Europa hasta el sur de España, siendo su habitat natural los bosque claros y en especial los prados. Siendo su floración precisamente ahora, en marzo-abril.



Las orquídeas a la hora de polinizarse utiliza diversos métodos basados en artimañas o engaños. Considerando que en la polinización interviene un animal, y en concreto los insectos, serán estos los engañados.
La cuestión es sencilla, se trata de llevar el polen desde los estambres a los estigmas pero para ello se requiere la colaboración de un insecto. Por regla general, las plantas premian al insecto dándole de comer néctar.
Pero que pasa cuando las plantas, en este caso las orquideas no aportan polen, ¿como atraen al insecto?.
Para ello utilizan diversas estratagemas:
- Simular la orquídea un nido de abeja.
- Imitar a insectos: no solo en la forma exterior de los mismos, sino también en los olores de las hembras. Suelen ser imitaciones de abejas.
La duda que me surge, y todavía no he oído ni leído una contestación plausible, es ¿como un vegetal puede imitar la forma de un animal?. Es decir, como sabe la orquídea como es una abeja para luego poder imitarla.



En el caso que nos trae el engaño consiste en simular la orquídea que tiene néctar.

Hay plantas con espolones que tiene néctar, así los insectos acuden atraídos por dicha estructura . ¡Solo que en esta orquídea el espolón no tiene néctar!. Cuando el insecto se quiere dar cuenta ya es tarde, ya se encuentra impregnado de polen. Para reforzar más el engaño, la orquídea presenta puntos o manchas en los labelos que marcan el camino a seguir hacia dentro del espolón, donde presumiblemente se encontraría el néctar (en las fotos se aprecian esa manchas o puntos). Por ejemplo, donde se aprecian bien estas marcas son en las conocidas digitales.



Así que el insecto a cometido su función, pero tendrá que seguir con  otras especies de plantas.

2 comentarios:

  1. Si vieras como están las orquideas muy cerquita de conde vivo, qué maravilla. Una explosión de colores, he intentando trasplantar alguna planta para poder conservarla en casa, y hasta la fecha me ha sido imposible. Como siempre, la información de fabulosa.

    Un abrazo,Gotzon.

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  2. Hola, interesante blog!. En relación a la pregunta que planteas, creo que el sistema para imitar a los insectos es pasiva, como todo en la evolución. La planta va mutando, va cambiando sin saber cómo es la abeja, claro está. El caso es que cuando una mutación al azar hace que tenga mayor parecido con el insecto en sí, entonces esa mutación es favorecida. Esto es, cuando por casualidad se parece un poco más al insecto, tiene mayor éxito en la reproducción y por tanto, esa pequeña mutación se asienta. Y así de poco en poco... Saludos!

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