Dos fotografías sacadas con un mes de diferencia en la Sierra de La Demanda.
La primera tomada el mes de marzo. Se observa dos imponentes castaños (Castanea sativa). Me llamó la atención la majestuosidad de ambos, motivo por el que les fotografié. Como la primavera estaba llegando me las prometía muy felices el verles, todavía con más esplendor con el verdor de las hojas.
Cuál sería la sorpresa que un mes más tarde, en abril y con algunos cerezos en flor, la situación iba a ser muy distinta. Desde donde realicé la foto y habiendo un prado de por medio no me percaté que los castaños estaban secos.
Según me dijo Juan, fiel notario de lo que acontece en la Naturaleza de estas tierras, los árboles dejaron de sacar hojas hace un par de años.
Evidentemente los daños de su interior fueron mucho antes, nos encontramos con un tronco podrido y ahuecado de suerte que unos vientos de abril le derribaron.
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