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domingo, 13 de octubre de 2013

Coprinus picaceus, de buena tinta.

En los seres vivos las enzimas facilitan las reacciones químicas contribuyendo a la función metabólica del organismo.
Entre ellas se encuentran las enzimas proteolíticas que descomponen en unidades más pequeñas las proteínas formando fragmentos más cortos, los péptidos. Todo ello  para una mejor y más rápida absorción de los elementos nutrientes.
Este mecanismo en determinados organismos provoca su delicuescencia que inexorablemente le lleva a su desintegración.

El hongo Coprinus picaceus no es ajeno a este proceso. Dejando en esta licuación un líquido negro que en determinados momentos fue utilizado como tinta. A éste y al comatus, por ejemplo, se les conocen como setas u hongos de "tinta".

 photo tinta021_zps751db620.jpg

Esa cualidad de servir como tinta se utilizó como medio infalible para la elaboración de documentos infalsificables.

En la II Guerra Mundial esta tinta la utilizó la Alemania nazi para la elaboración de determinados documentos. Documentos (salvoconductos, órdenes, etc.)  que por su importancia o trascendencia eran o debían de ser  falsificados por los aliados. 

Los aliados pese a realizar excelentes falsificaciones, sin embargo eran fácilmente detectadas por los alemanes. La causa estaba en la tinta de esos determinados documentos. Los originales encontraban elaborados con la tinta de hongos del genero coprinus, circunstancia totalmente desconocida por los aliados que utilizaban tintas convencionales.

 photo tinta026_zpsb65dbca6.jpg

Así la única diferencia entre los documentos originales y los falsificados estaba en la tinta.

Ambos documentos era idénticos pero la excelente falsificación era detectada rápida y rotundamente por los alemanes: les bastaba un somero análisis microscópico del documento para ver que en el original la tinta tenía ¡esporas!, mientras que el falso carecía de ellas. 

Esta breve historia es una de las muchas que el amigo Juan José , de Silvestres en Ezcaray, nos ha contado esta mañana. 

Tiempo de hongos en La Demanda donde el rigor científico y lo lúdico se unen en la mano experta de Juan José.


Edito la entrada: cual será mi sorpresa que visitando la página del Museo de Historia Natural de Londres veo que una de las entradas es la de como hacer tinta con estas setas.