Se podría definir como de clásica y típica la excursión de ir al monte Ganekogorta desde Bilbao. Clásica y típica para los bilbainos y, acaso, para los vizcainos. Así que no es de extrañar, que por ejemplo, dos catalanes estén interesados en acudir a tan emblemática cima vasca.
Conviene precisar que "esos" dos catalanes son unos grandes viajeros. En especial Llorens, conocido en algunos foros como Bouvier. De existir algún tipo de ranking viajero, seguro que Lorenzo -así se llama- ocuparía un lugar puntero a nivel mundial. Por cuestiones profesionales se ve en la necesidad de viajar y en especial a islas que se encuentran en esos mares del mundo. Leerle en Mendiak es un lujo. Pero no solo islas son a las que acude Bouvier, ciudades, cimas de montaña, bosques (lo de bosque de Bialowieza me llegó al alma) y todo aquello a lo que su curiosidad le lleva es objeto de la diana de sus viajes.
Junto a su amigo, y desde ahora mio, Salvador vamos al Ganekogorta. Salvador, veterano montañero, no duda en acompañar a Lorenzo cuando se tercia la posibilidad y si bien no es mayor, hace gala de una tremenda vitalidad a sus 73 años.
Mesa de orientación en la cima del Ganekogorta.
Así que los tres nos vamos al Ganekogorta, pasando por el bilbaino Pagasarri. Una verdadera pena que por motivos laborales no nos haya podido acompañar Gotzon (Giroa).
La subida es la clásica por Larraskitu, el track lo pondré cuando me lo pase Bouvier. Poco que reseñar de esta clásica y conocida subida.
Y en la que de manera suave subimos hasta la cima del Pagasarri.
El día es realmente malo: niebla y mucha lluvia. Así que Salvador, acertadamente, opta por quedarse en el refugio del Pagasarri. Nosotros vamos como penitentes al Ganekogorta.
Agua, viento y barro es la constante.
Y con estas se va llegando a la cima del Ganekogorta.
En la que Lorenzo, gozosamente, posa.
Y yo con él.
Decía más arriba el caracter viajero de Lorenzo. Me decía que era el noveno (¿o era el primero?) -a nivel mundial- en visitar los Patrimonios de la Humanidad de la Unesco. Lo cual es, es envidiable.
Actualmente en Euskadi está visitando las "Cincuenta cumbres más bellas", quedándole una docena larga.
El domingo la subida al Balerdi que tenían planeada, no se llevó a cabo por tener que socorrer a otro montañero que en una caída se rompió el brazo, le estuvieron acompañando mientras llegaba la ambulancia. Bajando del Ganekogorta.
Dos plantas muy conocidas y cuyos coloridos se dan en esta época del año en las faldas del Ganeko (como también se llama a este monte).
El brezo vizcaino, Daboecia cantabrica.
El brezo vizcaino, Daboecia cantabrica.
Tojo, argoma, del genero Ulex.
Y como decía un profesor "que a nadie se le ocurra llamar planta a un hongo".
Ya en el refugio del Pagasarri. Es curioso la relatividad en la percepción de las cosas. En ocasiones lo muy conocido nos puede hacer que no lo valoremos como se merece, hasta que vienen a verlo y a recordar que el lugar es bonito.
No me despido ni de Salvador ni de Lorenzo. Segurísimo que coincidiremos más adelante, la puerta está abierta.
Lo que si pongo es una foto de la lectura que hago casi siempre que entro al refugio del Pagasarri.
Lo que si pongo es una foto de la lectura que hago casi siempre que entro al refugio del Pagasarri.
Nos vemos.